Miro hacia atrás antes de meternos en las profundidades del bosque
para observar la situación: Fuego camina al norte, Tierra va al oeste,
Aire al este, por lo que nuestro grupo, Agua, va por el sur. Hago un
recuento rápido de mi grupo y me sorprendo al ver que somos unos quince
jóvenes, al separarnos parecemos muchos menos, incluso parece que
siquiera la cantidad que pensaba el día de la presentación. Albert se
pega topetazos con Edison, parecen muy contentos con todo ésto. Cuando
diviso a mis amigos me acerco a ellos sin decir nada ya que los veo
callados. - Uff, ya sal de tu cabeza y quédate cerca, Sebastián apenas
dijo algo en todo el día. - Murmura Marco y me sorprende, debido a las
charlas, que Astral y Sigmun no nos regañen: lo curioso es que apenas se
fijan en nosotros, eso me parece muy extraño. Veo a Sebastián a los
ojos, tiene ojeras profundas, jamás lo había visto de esa forma; no es
de esos jóvenes cobardes, para nada, es muy inteligente, profundo y casi
siempre divertido, pero hay algo de todo ésto que lo mantiene no solo
nervioso si no aterrado. - ¿Que te sucede, Se? -. Le digo, curioso. -
Nada, en serio. Lamento estar así tan... - ¿tan idiota? Vamos colega, no
vamos a la guerra, solo van a ser pruebas, nadie saldrá lastimado. - Lo
corta y prosigue Marco. Eso ultimo fue sensato, nada puede pasarnos así
que no hay porque preocuparse.
- Llegamos. -. Grita Astral a
varios metros de distancia. - ¿Llegamos?- digo, porque no hay nada, solo
sigue el bosque, estamos en el medio de él ¿a donde llegamos? -.
¿Alguno de ustedes a viajado en portales ya? -. Todos estamos callados,
todo murmullo se desvaneció. Sabemos de la existencia de portales pero
jamás hubiéramos imaginado pasar por uno: tengo entendido que los
portales requieren de conjuros sumamente poderosos para ser creados, por
lo que solo los hechiceros más duchos pueden lograrlos. Astral se
acerca, y yo todavía sigo sin ver un portal. - Cada dúo de Hércules
tuvimos la responsabilidad de crear y armar el escenario de las pruebas
dependiendo nuestra primera ubicación. Sigmun y yo decidimos usar mi
magia para ésto, y he aquí el portal. Una vez que completemos ésta fase
pasaremos al Oeste, luego al Norte, y por ultimo al Este, lo que
significa que nos moveremos en sentido de las agujas del reloj, al igual
que los demás. No hay más que decir, es hora de actuar. - Mis músculos
se tensan, y mi corazón parece salirme del pecho -. - Recordar, no
perdonaré al cobarde. - Concluye Sigmun. Parece ser de pocas palabras,
pero las que dice dan miedo y son concretas. Astral se mueve para darnos
lugar y que pasemos. ''Solo caminen'', es la única petición. - ¿Quién
pasará primero? -. Dice Astral calmadamente. - Yo. -. grita Marco. Era
más que obvio. Se abre entre nosotros y corre derecho como una furía,
claramente se lo está tomando muy en serio. Un segundo después
desaparece. - Ahora todos, vamos, vamos, vamos mujercitas. - Escupe
Sigmun. Estoy corriendo y mi corazón parece galopar, hace frío y mi
chaleco no basta para solventarlo. En un abrir y cerrar de ojos estamos
cayendo desde la sima de una montaña. No puedo gritar, siquiera, el
viento entra por mi boca y me ahoga. sentimos el peso de la gravedad y
como el piso se acerca. No puede ser ésto posible, ¿vamos a morir?
¿Astral calculo mal algo del portal o algo así? Cierro los ojos entre
gritos. El silencio. Aterrizamos en pastos cómodos, tan largos y suaves
que amortiguaron la caída por completo. Veo como a varios metros un
joven está vomitando, otro respira agitado, uno llora, y los demás
estamos en shock. Sebastián sonríe, y estoy empezando a dudar de su
salud mental. Marco, está parado a lo lejos en una colina pequeña,
vitorea nuestra llegada. Está claro, No atravesamos un portal, si no,
dos: uno al pasar y otro mientras caíamos. ¿Que se supone que probamos
con ésto?. Los Hércules aparecen detrás de Marco, puedo observar como
Sigmun aprieta su hombro y le dice algo que no logro oír, seguramente
felicitaciones por su valentía. - ¡Por aquí! - dice Astral, y nos
movemos torpemente pisando la vegetación. Cuando estamos en suelo firme
solo viene una frase a mi mente ''Son solo pruebas''. - Bien, hora de
pasar por el último portal y ahora sí, estar en el lugar donde se
llevará a cabo las pruebas. -. Ahora que lo veo y pienso bien Astral es
algo muy parecido a lo que quiero ser cuando crezca... cuando despierto
de mi ensoñación todos empiezan a correr por donde dirige el dedo el
Hércules hechicero. - ¿Ahora qué? ¿donde vamos a aparecer? ¿En un volcán
en erupción? ¿debajo del agua? ¿bajo tierra? - Me grita Sebastián, con
una sonrisa en su rostro. Parece que todo ésto le está cayendo bien, su
bipolaridad es algo que estoy conociendo hoy. Miro a Astral sin dejar de
correr y me está mirando, mi respiración se corta un momento ante su
grandeza y desaparezco. Los gritos que escucho apenas lo atravieso me
bloquean el pensamiento: ''¡No sigan!'', ''¡Cuidado!'', ''¡Van a
caer!'', estamos en el acantilado de los caídos, al sur del
bosque. - ¡Han caídos dos! ¡Hércules! ¡¿Dónde están?! -. ¿Marco? ¿donde
está Marco? - ¡Marco! ¿donde estás? -. grito controlando mi volumen, y
veo que no está. Edison está en el borde, lagrimea mirando hacia abajo,
está claro, han caído al vacío Marco y Albert.
Astral aparece
detrás nuestro y Sigmun, quien está a su diestra, se ríe con potencia.
Todos piden auxilio. Miro al hechicero y cuando estoy a punto de
gritarles algo y abalanzarme hacia ellos Sigmun suelta un: - Pero si sus
valientes y estúpidos amigos están ahí. - Señala a la nada y caen
-luego de aparece a un metro- mi amigo y mi compañero. El Hércules
barbudo nos pone en fila, recién me empiezo a tranquilizar por Marco. -
¿Para que quieren tanta valentía si van a ser tan estúpidos? ¡Tengan más
cuidado! - nos dice. Astral, con sus manos atrás, continúa: - He puesto
otro portal por si alguien caía. Espero les sirva de aprendizaje. -.
Marco está llorando y Albert contiene un sollozo, me gustaría contenerlo
pero entiendo que no es el momento, y aunque de forma extrema, es una
enseñanza para su impulsividad.
Es hora de la primer prueba -es
increíble que no lo haya sido lo vivido recientemente-. Astral hace que
nos detengamos en el campo abierto luego de varios metros alejándonos de
una inminente caída, para que apunte con su mano abierta y de la nada
aparezca todo un campamento. - Hechizo de invisibilidad -. Digo y
Sebastián asiente. - Todos, tomen una espada, ahora -. Corremos con
energía reducida a la del principio y nos metemos en la gran tienda
montada en el medio del lugar. Hay varias, de muchas formas y colores.
¿Cual eligire? Hay una que me llama mucho la atención, su color es
índigo y es bastante larga. Cuando la sostengo me doy cuenta que no es
para nada pesada. ''Perfecta''. Sebastián parece indeciso y cuando va a
tomar una se la sacan de las manos, así que se termina decidiendo por
una doble, pero claro, más cortas. Marco está callado, parece que todo
ésto ha dañado su ego, se limita a agarrar una que termina en un filoso
rulo de acero. Cuando salimos de la tienda nos reunimos con él, y lo
tranquilizamos; claramente se ha puesto una coraza encima ocultando su
disgusto de haber fallado. Astral habla, y todos callamos. - Hay tres
portales, en cada uno de ellos hay desafíos diferentes. Elijan con
inteligencia. -. Bien, ésta vez los portales pueden verse, parecen
espejos pero con transparencia y los tres tiene colores diferentes. El
primero es azul, el segundo rojo, y el tercero negro. - Iré al negro. -.
dice Marco. - Iremos contigo -. decimos con Sebastián a regañadientes
ya que ninguno de los dos hubiéramos preferido ese color pero no podemos
dejarlo solo. Además que sea negro no significa que sea peor, quizá
incluso esté hecho justamente para que dudemos y no entremos imaginando
algo aterrador y resulte ser todo lo contrario. Cuando hacemos los
grupos por portal vemos que somos nosotros tres y el chico rubio de los
rizos que conocí ayer. - Si me meto en alguno de éstos prefiero estar
con alguien conocido, aunque hayamos cruzado tan solo unas palabras. -.
Me dice y veo el brillo de su lanza roja en sus espaldas. Me queda claro
algo, no lo conocía porque no es del bosque, no conoce a nadie. - Bien,
eres bienvenido. ¿Como te llamas? -. digo rápidamente antes de que nos
den el permiso para entrar. - Soy Kan, mucho gusto. -. Dirijo mi mirada a
los portales: en el primero hay siete y en el segundo cuatro. Sigmun
nos mira sonrientes y temo por lo que haya detrás de éste manto oscuro
transparente. - ¡Comienza la primer prueba, adelante! -. Estamos
corriendo empuñando nuestras armas, atravesamos el portal y una vez
dentro toso y no puedo ver nada. Mi piel siente mucho calor y cuando
salimos de la humareda veo un paisaje escalofriante: bultos con
apariencia humana retorciendose por todas partes mientras gritan de
dolor. Nos llega una voz desde algún lugar cercano, es Astral, y su
mensaje es claro: ''Si quieren pasar ésta prueba solo deben cruzar el
camino, el punte, y luego dentro de la cueva encontrarán en portal que
los llevará de nuevo al bosque, tengan cuidado a los Mongs les gusta alimentarse del miedo''. ¿Mongs?
Estamos petrificados, el cielo rojo, el río de lava, el volcán a lo
lejos, gritos, dolor... éste lugar solo puede representar una cosa: el
mismísimo averno.
Supongo que es uno de esos baldes rotos que uno siempre necesita para volcar un poco de su mente corrosiva -que tal vez solo le importe a pocos- y que es un poco de vos y un poco de aquellas personas que, como perseguidoras sombras constantes, aparecen cuando la luz impacta nuestra figura, y las otras - mis preferidas - las que acompañan nuestra oscuridad con un café en la mano derecha y tu cabello en la izquierda. (tan sólo catarsis)
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1 comentario:
está bueno! parece más un anime que un libro xD me encanta! ♥_♥
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