miércoles, 29 de agosto de 2012

Acuario


Sentado al borde de aquel balcón de tonos grises, miro al cielo jugando con los lejanos soles, inventando constelaciones nuevas, que pensaba conocer solo yo. Luces índigo ya esparcidas por el planeta se reflejan en los cristales con motivos artísticos y coloridos como marcos. El té se enfría a mi lado mientras divago minutos enteros dentro de mi cabeza. El aire fresco roza mi cabello que -aunque inmóvil- se alegra de sentirlo. Entonces me pregunto la razón del existir y la obligación de hacerlo, Me cuestiono las cárceles internas a las que nos aferramos con pasión por miedo al cambio y las cerraduras mentales oxidadas en una era de piscis - ciclotimica y mal herida - que prepara su equipaje dejando lugar a la lluvia. 
El agua del universo que viste las bastas costas del cosmos deja caerse en la tierra. Miles de millones de almas que miran hacia arriba -pero solo por ellas mismas- se mojan unas a otras y así, la parte material se deja llevar por lo que nunca conoció, aquel pacto de silencio ya roto, abre la puerta de bienvenida.
Una iglesia deshabitada que no tiene más recursos de atracción, un gobierno mentiroso, una educación dictadora y una sociedad manipulada se limitan a hablar y se lanzan al mismo agujero negro que hoy llamado olvido. La música se oye cada vez más fuerte, todo se mueve más lentamente, la empatía puede olerse a kilómetros deshaciendo bloqueos y construyendo despertares, mientras una tenue luz solar hace fluir más rápidamente la sangre de nuestros corazones (heridos por la radiación de entes perversos) hasta ser libres. Y encontrando la llave de la conciencia -siempre guardada en su cerradura- descubrir el sentido de la venida y la ida, o lo que se puede llamar un todo, revelado frente a ojos lacrados que ahora se derriten por la luz, pero luego abrirán para siempre y por fin, dejarán de doler. 

jueves, 23 de agosto de 2012

Bosque


De pronto una hoja meciéndose sobre un pequeño charco dentro de algún frío bosque suicida, observando la brisa y acompañando la soledad del aire y el lúgubre sonido de varias mariposas revoloteando, mirando en sí, la nada misma, en la que a su vez se ve un poco reflejada. Esperando algo, intentando algo, camuflada con el barro. Esquivando la lluvia se deshace junto a las libélulas que - mintiendo sobre su existencia- alegraban su estadía. Cantares de mosquitos esqueléticos junto a amables grillos frustrados, no todo es tan malo como imaginaba aquella rama fatalista que dejaba caer de vez en cuando alguna que otra lagrima por la punta de su delgado cuerpo. Malinterpretando al viento, susurrando viejos poemas de autores desconocidos y poco queridos. Inmóvil y sedienta aunque sumergida y ahogada por la presión de ser, la desesperación de no ser, el desprecio de la critica malabarista, el agua sobrepasándola. Un día más repitiendo los dichos de aquel árbol robusto que la vio nacer y ahora está apunto de quebrarse, para luego - después de años de basta sabiduria algo inutil por su incapacidad- caer y verse tumbado, acuchillado por miles de otras miradas hermanas, y terminar viendo, por fin, un cielo con un desprolijo marco de hojas (Paradójica la vida de aquellos árboles que tienen que morir para ver el cielo). Y al final terminar dirigiéndose a su hija - a apunto de dividirse en varios trozos- y decirle simples palabras que ella entendió perfectamente; ''Caen las hojas, y asi se queman lentamente las neuronas de este viejo otoño''. 

Estigma


Hola señorita rebeldía, supongo que ya me conoces lo suficiente como para verme sin mi esqueleto esquizofrenico, Teología obligada de tu existir, Monotematicos aunque exactos. Solo permitame arrancar -por fin- tu alma y ofrecerla al universo. Paranormal siempre tu mirada, inalterablemente caótica, pero suave como el terciopelo. Las venas ríos de sangre, el cáliz de mi esperanza repleto de saliva amarillista. Los estigmas de tu corazón, las espinas de mis ojos y el tercero que junto a nosotros, se vuelven un solo espíritu. El agua en tu frente y el karma de no tenerte forman en mi -crean, construyen, hacen- al mismisimo abismo.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Perdidos


Y yo no soy yo, soy un reflejo de vos. Distorsionado por la luz de una vela, Amarillento por el calor de un sol derritiéndose,Viejo por una eternidad revoloteando detrás de tus pupilas... Me envuelven tus deseos de escape y desapasionadas sonrisas. Me hipnotiza tu perfume, que a la vez es el mío y tiembla al compás de una melodía infinita. Nos obligan a disfrazarnos de demonios para lograr caminar sobre un infierno plagado de personas sin alma y con un corazón resquebrajado por la maldad. No eres nadie si no eres nada, y sos un insulto a los tuyos si alguna vez fuiste. Cuando acostumbres a pasar sin que nadie te observe podrás ser uno más, el demonio logrará adaptarse a ti, como pasó con los demás.
Y si pronto esa necesidad de ser rompiera las barreras de tu ineptitud, harías implosión, dejando a tus venas entrelazarse con las mías, quemando las inútiles y escasas neuronas de cada pequeño y catatónico cuerpo que camina por la calle que una vez te atreviste a caminar.

sábado, 18 de agosto de 2012

Ser


No me conozco.
Mis facetas se entremezclan formando fragmentos de un yo rodeado de neblina difícil de disipar. 
Entonces, solo me acompañan dos mascaras teatrales, una botella de algún liquido rosáceo y varios acordes desafinados de mi persona. 
No hay limites -realmente-, solo barrotes de hierro y un globo sepia repleto de helio que vuela con la corriente buscando libertad.Siempre diluido en agua, destilando, desgarrándose lentamente encerrado en finos cristales mentirosos. Una esponja tal vez, inventando ridículas formas de facilitar una vida confusa, filosofando esoterismos, manipulando así a la muerte. 
Confiando plenamente en la ovación carnal, el destino entrelazado lanza sus anclas aquí, justo donde quería, y así manejar la barca de la actuación y morir -en el penúltimo acto- abrazado a la hipócrita bondad, o entre varios escritos amarillentos de gente anónima pero comprensiva que nunca buscó agradar, si no -tan solo- ser.