No me importa morir joven, de verdad no le temo a la muerte, es más, a decir verdad nunca la vi como algo al que temer más bien como un traspaso, algo normal que viene con el paquete llamado ''vivir''. Pero necesito que mi vida sea más que eso. Pero claro, como no vivo en un mundo de caballeros, magia, princesas y dragones, sostengo fuerte un libro en el cual hago anotaciones simples o dibujos pobres de lo que puede ser un futuro arte plasmado en algo un poco mas grande, mientras por lo fuera transformo la realidad de mi alrededor y sueño despierto diálogos graciosos como si fuera una sitcom americana, poderes sobrenaturales los cuales podría haber usado para ayudar a una señora de un ladrón de ojos adormecidos, o quizá simplemente decirle a alguien ''Deja, yo me ocupo'' y de golpe cambiar de forma para batallar contra un monstruo que destruye todo a su paso en medio de la ciudad. ¿Habrá alguna dimensión en la cual pasen éstas cosas? Estoy seguro que si.
Entendiendo mi ambición y obsesión por la poesía en la vida real, siento que tengo que vivirla de alguna forma que, por lejano que sea, se acerque a un poco más al convencionalismo en la cual el mundo vive. Lo único que me lleva a esa dimensión es el arte. Cuando canto siento algo inexplicable, algo en el pecho, en mis ojos, en mi estomago y en mi frente, es como una especie de contacto que hago con algo superior -suena difícil de entender pero estoy seguro que si uno es mas consciente de si mismo y de cada momento podría notarlo en cualquier otra cosa que ame hacer-, cuando actuo pongo en reposo muchos de mis miedos, a mi ego, a mis sueños, todo en una caja juntos al yo, para no ''jugar a esa otra persona'' si no modificar mis pensamientos y hasta energía en ese nuevo ser lo cual me resulta excitante, y cuando bailo... ¿mencione que siempre pensé que nunca podría bailar? Desde chico me imaginaba un futuro donde era actor y cantante, pero cuando conocí el baile -sin querer del todo- persivi algo parecido al canto (pero distinto)... también hay una conexión inexplicable pero al practicarlo mi aura se enciende tanto que hace arder mi alma y latir mi corazón al ritmo de algo universal. Entonces, podría decir que lo más cercano a una vida de aventuras en esta ''realidad'' es aquella existencia bohemia y poética, inundada de personas que puedan entender cien oraciones en una mirada, canten de la nada para hacer entender algo preciso, sientan los cuatro elementos en cada respiración, vean en mundo como un mundo fantástico. Creo que soy uno de ellos, solo necesito luchar contra... bueno, esas ideas que ya conocemos.
Mientras tanto seguiré buscando mi propia poesía.
Mientras tanto seguiré buscando mi propia poesía.
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