miércoles, 8 de octubre de 2014

BENJAMIN THEMIFORZS; Capítulo Doce, La quinta prueba

El circulo del bosque está repleto de gente que al acercarnos se abre camino para que podamos entrar y reunirnos con los otros grupos. Los Hércules de Fuego, Aire y Tierra están en un extremo, erguidos y esperándonos; al pasar veo como uno de ellos -de cabello largo y lacio, rubio- me mira extraño, como con reproche - Parece que le caes bien a Dorión, Ben - murmura cerca mio Astral con una sonrisa leve y se va a agrupar junto a Sigmun con sus compañeros. Parece que se lo ha tomado muy en serio lo de haber roto su conjuro de magia oscura, pero no tengo muy bien en claro el porque: lo más probable sea que lo haya dejado mal ante sus compañeros, hiriendo su ego, ya que dejó inactiva su prueba un simple joven del Bosque Índigo, sinceramente no me importa mucho lo que piensa, así que continúo con los demás. Nosotros por nuestro lado caminamos al centro del dibujo del árbol donde los otros esperan. Marco y yo corremos para abrazarnos con Nube y Alma, quienes se ven un poco cansadas, aunque no me preocupa porque nosotros estamos en las mismas condiciones. No podemos cruzar demasiadas palabras ya que desde arriba se escucha una voz ya conocida por demás, Hector en una plataforma de madera al lado del Hércules alto de tes negra -a decir verdad la piel más negra que he visto en mi vida, ya que en el Bosque Índigo no se acostumbra ver éste tipo de raza. La mayoría de nuestros habitantes tienen piel aceitunada de cabello castaño y ojos marrones o negros-. Su voz retumba en mi cabeza y los Hércules nos miran detenidamente, algunos con cara seria, otros sonriendo, astral con ternura. - Tanto Artur como yo hemos seguido su desempeño en cada prueba, por lo que sabemos perfectamente sus pros y sus contras, sus habilidades y sus carencias. Artur fue el encargado de preparar la quinta prueba, que se hará aquí mismo, en el círculo de la ciudad. Una vez finalizada y ya entrando el anochecer iremos a las entrañas del bosque a dar fin a las elecciones con la sexta prueba, dirigida por mí. Como ya saben éstas últimas dos serán un poco diferentes. Cuando suene el clorión dará comienzo. - Luego, Hector entra a la cabaña y Artur baja deslizándose velozmente por una de las cuerdas colgantes que hay en todos los árboles. Al verlo parado cerca puedo observarlo bien y me pregunto el porque no me llamó la atención antes, tiene una espalda amplia y los brazos musculosos descubiertos a pesar del frío. Su rostro en cálido y sereno, su mirada bondadosa. - Bien, jóvenes del Bosque índigo, la prueba dará comienzo en instantes. Les pido que cada uno de ustedes se ubique en cualquiera de los puntos marcados en diferentes partes del extremo del círculo, no hay diferencias entre ellos, así que no se preocupen. - al acercarme es un pequeño circulo rojo dibujado en el suelo y me paro dentro, Artur nos pide que nos sentemos cruzados de piernas dentro de éste. Toco con mi dedo índice el material con el cual se dibujó la marca roja y es una especie de tiza pero más arenosa, se parece un poco al color de las grandes rocas de Pedrana. Del público solo se oyen sutiles murmullos que apenas puedo entender e intento buscar a mi madre y a mi hermana entre los habitantes pero no logro divisarlas. Nube parece estar haciendo lo mismo que yo, buscando a su familia, no siendo así el caso de Marco quien está mirando un punto fijo preparado para el desafío, ni tampoco el de Alma que no deja de observar a los Hércules. Héctor sale al balcón y Astral y sus compañeros se ubican por fuera del círculo, dispersos. Puedo ver a Sigmun que tiene un rostro rígido como al principio de las pruebas, lo que me desconcierta, su personalidad es cambiante ¿Por qué actúa diferente delante de sus compañeros Hércules, no siendo así con Astral? Mi cuerpo se tensa de golpe y abro los ojos del susto, el sonido del clorión es algo que jamás me ha gustado ni del cual tampoco me voy a acostumbrar. Me siento más derecho y espero las indicaciones, repaso en mi mente la peculiar situación: sentados en medio de pequeños círculos rojos, separados por la misma distancia dentro de otro gran circulo; no tengo idea de que se trata ésta prueba.
 - Todos cierren los ojos e intenten concentrarse en mi voz. Eliminen todo pensamiento que tengan, solo escúchenme. Liberen tensiones de su cuerpo, pies, piernas, pelvis, dorso, brazos, manos, espalda, cuello, rostro y cabeza. Adéntrense en su mente más profunda, déjense llevar. - me siento liviano, tranquilo, y no escucho otra cosa que el viento surcando mi pelo y el sonido calmo que sale de su boca. - Respiren hondo... ¡Caigan! -.
 No puedo abrir los ojos por más que lo intente, solo siento una luz en mi rostro fuerte y que luego se apaga. Estoy cayendo, mi cuerpo está pesado como una roca. - Ahora - concluye Artur y me detengo. Puedo ver a todos los otros chicos, estamos en un prado muy hermoso, lleno de flores y mariposas que revolotean por todas partes. El sol impacta sobre nosotros y no siento más frío, sino un calor que me reconforta hasta lo más profundo. Nos acercamos lentamente, nos cuesta caminar aquí. Seguimos sintiéndonos livianos, ligeros, como una pluma en un brisa. Nuestros cuerpos se mueven con gracia y soltura, me acerco levitando hasta Marco y Kan, que me miran sorprendidos - ¿Que se supone que es ésto, Ben? - me dice Marco - No lo sé amigo, pero ésto no se siente como en la realidad, aquí puedo sentir todas las energías con mucha más fuerza. -. Todos los jóvenes se reúnen con nosotros con dificultad, Helena me mira como si me quisiera decir algo pero se da vuelta rápido cuando se escucha un trueno en el cielo. El firmamento de pronto se vuelve gris, se hace de noche y empieza a hacer frío. Otra vez esa sensación extraña en mi nuca, me siento incomodo, por favor otra vez magia oscura no. Veo como se escuchan trotes a lo lejos que vienen hacia acá; me empujo hacia arriba con la ayuda del suelo y me elevo varios metros, girando mi cabeza a todas partes buscando, cuando veo algo que me deja sin respiración: animales extraños y oscuros se acercan a toda prisa hacia nosotros. - ¡Vienen hacia aquí, tenemos que movernos! - Todos lo intentamos, pero tardamos demasiado en hacer solo unos pasos. Si algo está claro es que no podemos escapar. Corus empieza a hablar: - Chicos, he oído sobre ésto en uno de los libros de mi padre. Hay un estado de consciencia alterado en el cual la mente y el espíritu se hacen uno y se manifiestan de un modo diferentes al estado físico, en el cual el espíritu queda, lamentablemente, en un segundo plano. - nos explica - Entonces... nada nos puede lastimar aquí ¿no? digo, si solo somos mente y espíritu no podemos sentir dolor. - dice Helena, - Temo decir que eso no es cierto. - empieza a hablar Nube con preocupación - Corus está en lo cierto, estamos en el plano espiritual, pero eso no significa que estemos a salvo. - dice y se dejan de oír a los entes que se acercaban. Luego de unos segundos en silencio prosigue - En éste lugar nuestra alma está más expuesta que lo habitual a vibraciones más bajas, las entidades...
- Oscuras - completa la frase Helena mirando el suelo, - Exacto. Los escucho pero estoy más pendiente a el alrededor, intentando distinguir si lo que siento es un mal presentimiento o simple miedo. - ¿y entonces que hacemos? ¿para que estamos aquí? - pregunta Marco. La pregunta se queda en el aire, ya que nadie responde. Nube levanta sus hombros al igual que Corus. Intento hacer un poco de magia de luz en mi mano derecha pero siquiera siento el calor en ella, luego lo hago con un hechizo de fuego y tampoco ocurre nada.
El suelo empieza a abrirse, y lo que empezó siendo un pequeño temblor ahora es un terremoto impresionante, que no nos deja manteneros en pie, y que por alguna razón nos hace más pesados, tanto como si estuviéramos en un cuerpo físico. Luego todo se derrumba y empezamos a caer en la nada de nuevo; mientras lo hacemos Helena me toma del hombro, y cuando pienso que lo hace por miedo miro su rostro y está claro que en realidad es para tratar de tranquilizar la expresión de mi rostro.

 Veo agua, a lo lejos, segundos después el silencio: estamos en las profundidades del océano, no tuvimos tiempo de contener la respiración ya que todo ha ocurrido muy deprisa ¡Necesitamos respirar! Estamos haciendo gestos y lanzamos movimientos bruscos dentro del agua para empujarla y llegar más rápido a la superficie pero estamos muy lejos, estoy a punto de llenar mis pulmones de agua cuando veo a Nube agitando sus brazos. Intento leer sus labios: ''¡Respira, Respira!'' ¿Respira? ¿En serio? Lo hago. Todos lo hacemos. Claro, nos ahogaríamos en un cuerpo físico pero ahora somos solo mente y espíritu, nadie lo ha pensado por culpa de la desesperación de la situación. Mi corazón se detiene de golpe. Burbujas, burbujas ficticias salen de la boca de Nube cuando es arrastrada por un pulpo negro de ojos violentas, gigantesco. Marco va detrás de él como un disparo de flecha, jamás nadie podría haber nadado así en la realidad. Al golpear a monstruo marino la suelta y se aleja disparando tinta y dejándonos en una penumbra oscura y densa. Estoy en medio de oscuridad y no oigo nada más que movimientos acuáticos por mis alrededores, tengo miedo, no puedo negarlo ¿como ha podido Marco ir a esa velocidad si al principio apenas podíamos desplazarnos caminando y menos nadando? Algo toca mi pie y grito en silencio. Empiezo a nadar hacia arriba torpemente cuando otra cosa vuelve a hacerlo y luego, algo me enreda la pierda derecha y me arrastra hacia abajo.. Es una especie de calamar de mi altura pero azul oscuro y de ojos amarillentos: ''Estos entes me recuerdan... a las sombras de la prueba en Pedrana''. La magia oscura puede liberar entes oscuros del plano espiritual al exterior, por lo que éstos deberían resultar afectados por lo mismo que en el plano físico: Luz. De nuevo intento hacer aunque sea una chispa de magia blanca y no lo logro, no siendo quanar en mi cuerpo empírico. El calamar despliega sus tentáculos hacia los costados y veo una boca picuda que se abre y se cierra rápido, mientra el empieza a acércame a ella, algo está claro ¡Intenta comerme!. Empiezo a golpear sus extremidades con fuerza reducida por el freno que produce el agua, pero ni se inmuta. Estoy a pocos centímetros de su boca, va a morderme, pero cuando está a punto de pasar algo viene desde arriba: Es Helena que con un golpe certero en su horrible y gigantesco ojo lo debilita, me suelta y sale a toda velocidad. Quiero preguntarle como ha hecho eso, como ha logrado moverse así, pero no puedo siquiera agradecerle, si intento hablar solo salen burbujas de nuestras bocas. ''Aire''... ''Sonidos''... ''Agua''... ''Respirar''... ¿Si no existe el aire ni el agua en éste plano -o por lo menos no son como en el físico-, entonces podré comunicarme sin emitir sonido? La miro fijamente a los ojos y ella lo hace colocando una expresión de curiosidad por la extraña cara que debo estar poniendo: - ¡Helena! ¿Puedes oírme? - pienso tratando de que el mensaje sea escuchado. Abre grande los ojos y la boca ¡Puede escucharme! - Ben ¿me escuchas? Ésto es extraño. Tenemos que buscar la forma de salir de aquí. Tiene que haber una salida, o algo que tengamos que hacer para que concluya la prueba - asiento con la cabeza, y cuando estamos apunto de movernos le suelto: - Muchas gracias por ayudarme. Por cierto ¿como haz hecho eso? - le pregunto - Solo lo hice, tenía que ayudarte. -. Tenia que ayudar..., suena en mi mente una y otra vez, ¡Solo tengo que quererlo!
 Subo a toda velocidad y salgo al exterior volando varios metros. Una vez arriba puedo ver como Helena sale sonriente y miramos hacia abajo. - ¡Tenemos que avisarle a los demás! - Me comunica sin mover la boca, y volvemos a zambullirnos en éste océano espiritual. Helena mueve sus manos y hace que toda la tinta se vaya, lo que la hace sonreír al entender como funcionan las cosas en éste plano. Ahora con mayor visibilidad vemos a Elvira y a Fedra en un extremo, intentando subir al exterior, las localizamos primero por sus cabelleras rubias platinadas. Mucho más a la derecha está Sarah con Alma luchando con un cardumen que las está envolviendo. - Voy a ayudarlas, tu ayuda a los demás Ben. - me dice. No veo a nadie, ¿Donde está Nube y Marco, y todos los otros chicos? ¡Veo a Ulises! Está siendo llevado por el calamar, que antes me había atacado, hacia las profundidades. Golpeo al ente oscuro y Ulises me toma de la mano. - ¡Sacame de aquí! - me dice mentalmente sin darse cuenta. Lo llevo arriba y le explico que podemos comunicarnos y movernos mejor, que podemos controlar el espacio aquí. Luego lo principal - ¿Ulises, donde están los demás? - le digo preocupado. Con la luz del sol se ve muy palido, tiene los labios morados ¿por qué parece que nuestros cuerpos se ven afectados en éste plano? - Ben, Dorni y Tai han sido devorados por un pez gigante de alejas amarillas. Pude escapar gracias a Nube que me apartó de él, se movía como tu, a gran velocidad. Luego ella y los demás fueron atrapados por el pulpo y llevados a la profundidad dentro de un barco hundido. Tenemos que ayudarlos. - dice y le pido que me guíe justo cuando llegan las chicas con Helena a la cabeza. - Un ente oscuro se ha llevado a los demás a la profundidad. Necesitamos tu ayuda. - ella mira a las demás, Alma está conteniendo a Sarah que no deja de llorar - Quedense aquí, si no volvemos pronto busquen la forma de salir de aquí y despertar. ¿entendido? - les dice Helena y ellas mueven la cabeza como respuesta. - No pienso quedarme con los brazos cruzados, ¡Quiero ayudarlos! Ahí también están mis amigos - dice Alma - Lo sé, pero ahora tienes que quedarte con ellas y protegerlas hasta que volvamos. Mírame a los ojos, es una prueba, tranquila. De cualquier forma prometo traerlos a salvo. Confía en mi. ¿cuando he roto una promesa? - Ahora sí, luego de un suspiro - Bien. Vuelvan pronto y tengan cuidado -.
 Estamos bajando como veloces peces cortando el agua con nuestros ligeros cuerpos. Al ver el barco me da escalofríos, es sumamente grande, oxidado y viejo. Entramos en un hueco gigante y ahí está el ente oscuro con forma de pulpo: sus ojos -ahora rojos como la sangre- se fijan en nosotros. En cada uno de sus tentáculos tiene a uno, Marco, Albert, Jack, Julian, Corus, Kan, Miguels y Nube. No puedo observar éste espectáculo, y aprovecho que no tiene una extremidades libre para ir directo a su cabeza y golpear con todas mis fuerzas, pero no funciona. Con un tentáculo -el que sostiene a Nube- me golpea y vuelvo varios metros atrás hasta chocar con una de las paredes de Barco, quebrandolo un poco, y haciendo que caigan partículas desde arriba: ahora tengo algo claro, el barco puede caer en cualquier momento. Ulises está quieto como una roca, no sabiendo que hacer al igual que Helena y yo ¿como puedo ayudarlos? - ¡Benjamín, tenemos que hacer al...- las palabras que llegaban mentalmente a mí desde Helena se cortaron de golpe, el pulpo se ha tragado a Miguels, a Kan y a Jack de un bocado y al mismo tiempo - ¡No! - grito pero solo salen burbujas de mi boca, nado a toda velocidad hacia él, y cuando me quiero dar cuenta estoy iluminado por una blanca luz, que hace que -luego de volver a golpear al pulpo- éste se aleje sin soltar a los demás hacia arriba. Siento calor en todo el cuerpo, como si estuviera hecho de quanar, vuelvo a golpearlo y ésta vez lanzandolo al techo lo que lo hace soltar a los demás y quedarse estático, agitándose. Voy por Nube y Marco, los tomo de los brazos y veo como Ulises lo hace con Julian y Corus, y Helena con Albert. Salimos a toda velocidad del lugar ya que empieza a derrumbarse, si estamos dentro un poco más se termina nuestra prueba, pero cuando creo que ya estar a salvo un tentáculo me toma desde adentro y me arrastra, soltando a mis amigos para no llevarlos conmigo. - ¡Ben! - me grita Helena y Nube mentalmente, los demás solo gesticulan. Estoy dentro y lo último que veo es sus expresiones congeladas, un segundo después todo es oscuro y me aplasta todo el peso del barco.

1 comentario:

Flor Pereyra dijo...

me encantaaaaa, nunca sabes que va a pasar, lindo tim ♥