sábado, 15 de noviembre de 2014

BENJAMIN THEMIFORZS; Capítulo Trece, La sexta prueba | FIN DE LA PRIMER PARTE

Siento algo extraño en el pecho y la sensación de elevarme a toda velocidad, lo que me produce adrenalina y un poco de miedo, aunque el viento no impactaba mi ser. De pronto despierto, abro los ojos muy grandes y con el mirar nublado diviso como el círculo pintado en el suelo -que me encerraba- se enciende en llamas desapareciendo por completo. Todos me miran unos momentos y luego a los demás que empiezan a despertar, uno por uno, en sentido de las agujas del reloj -incluso los que todavía habían quedado dentro de la ''ensoñación''-. El Hércules moreno lo hace en último lugar, sus ojos azules contrastan con su tes y los hacen ver incluso más claros y brillantes; segundos después Héctor grita desde la altura:
- ¡Concluye la quinta prueba! Ahora todos van a dirigirse a la sexta y ultima, el acantilado de los caídos, luego de éstos se sabrán los seleccionados. -. Por fin vuelvo a ver a mi madre, está con mi hermana cerca de su negocio, me aplaude como si hubiera visto lo que hice en esa dimensión, y me hace preguntarme si es que en realidad lo hizo ¿todos pudieron verlo? Mi mente se calla y me paralizo al verla... mi abuela -con su extraña belleza a su edad- tocando su pelo y mirandome con tristeza: lo lamento abuela, no he seguido tu consejo. Astral se vuelve hacia nosotros y nos dice que nos coloquemos en dos filas. Todos tenemos los ojos hinchados como si hubiéramos dormido mucho, lo bueno es que nos sentimos descansados y con mucha energía, aunque un poco mareados.

 Astral se ve extraño, mira a varios lugares al mismo tiempo como si estuviera presintiendo algo, lo que me hace dirigir la mirada a él detenidamente, inspeccionando su rara conducta. De pronto puedo ver como Sigmun se acerca y le dice algo al oído, de una forma tan disimulada que si no hubiera estado en ésta posición no lo hubiera notado. - ¡Vamos! - concluye Artur y pasamos por un portal (claramente hecho por nuestro Hércules) y terminando en el acantilado. Hay un circulo de piedras gigantesco en el césped el cual está cortado por la caída directa al océano, nosotros estamos dentro esperando directivas. - Ésta es la ultima prueba, definitoria. Les comentamos que la prueba creada por el Hércules Artur la hemos visto todos nosotros, incluyendo al bosque índigo, a través de magia oscura creada por Dorión la cual mostraba a través de figuras creadas con arena todo lo que pasada en sus trances. Ahora estan incomunicados, lejos de todos sus familiares, solo con nosotros... son una amenaza. - dice Hector y veo como Dorión sonríe mientras me mira y no entiendo el porque. Segundos después escucho algo que me hiela la sangre y mi corazón se detiene salida de la boca de Héctor: - La ultima prueba es su muerte.
 El Hércules de magia oscura crea un circulo negro al rededor de nosotros y no podemos movernos, siento como si todo mi cuerpo estuviera atado por miles de sogas, apretando mi dorso con fuerza, apenas dejándome respirar. El dolor hace que apenas pueda abrir los ojos y gritar, los sollozos ahogados y sin fuerza me enloquecen acompañados a la confusión del momento ¿Qué está pasando? ¿Que se supone que es esto? ¿otra prueba? Veo a Astral, mira hacia abajo al igual que Sigmun, cuatro Hércules vienen corriendo hacia nosotros con lanzas apuntando cuatro de nuestras gargantas junto a Dorión -éste directo hacia mi con sus manos rojas y negras apuntando mi rostro-, ¡No es una prueba, están a punto de asesinarnos! Cierro los ojos y pienso en mi madre, en mi hermana y en lo que me había dicho mi abuela. Ella sabía algo más que no podía decirme y lo estoy comprendiendo de la peor forma. Es el final.

 Silencio y gritos de dolor. Abro los ojos y con el ceño fruncido observo un espectáculo horrendo: Sigmun impacta contra uno de nuestros verdugos incrustando su espada en el corazón. Otros dos hércules -no recuerdos sus nombres, uno es el cazador y el otro el experto en bestias- derriban a otros dos con flechas que impactaron una en la espina dorsal de uno, y la otra en el cráneo del otro para dar continuación a algo que me petrifica aún más: Astral desaparece desde fuera del circulo para que en unos instantes se reintegre frente a mí, lanzando un hechizo elemental de fuego devastador,  incinerando al cuarto lancero, y quedando frente a Dorión. Puedo divisar como Héctor grita, todo sucede demasiado rápido y lo veo correr hacia acá. Astral toma del cuello a Dorión, el cual tiene una exagerada cara de odio y sorpresa, parece no poder moverse. Una luz increíblemente fuerte y blanca sale de la mano del Hércules hechicero iluminando la piel de su adversario, los ojos y su boca, y desintegrandolo en el aire. Los arqueros aliados asesinan al que quedaba fuerza del circulo y solo queda Héctor que aún corre. Dos flechas van directo hacia él y las bloquea con su escudo -el cual posee una gema roja muy brillante en el centro-, luego Sigmun le lanza un daga pero la esquiva con ligereza para continuar Astral lanzando un rayo que nos ensordece con su estruendo y lo deja tirado en el suelo. Está herido en el hombro, arrodillado en la tierra y se ríe de una forma macabra: - Ilusos, podremos caer nosotros, pero los de arriba se mantendrán en su sitio. ¡Su traición los perseguirá hasta la muerte! - dice Héctor quien toma su espada y la golpea con todas las fuerzas que le quedan en la gema, estallando en miles de pedazos, lanzando un resplandor rojo y desapareciendo. Astral se da vuelta y mete sus manos en el circulo oscuro que nos rodea, rompiendo el hechizo con magia blanca y cayendo de rodillas, sin energía. Puedo ver como sangra su nariz. Algunos de nosotros lloran, otros gritan, alguno mira y yo me detengo a abrazarlo y a mirar la situación: Artur junto a los arqueros y Sigmun aún en el suelo. Necesitamos explicaciones: - Lamento no poder haberlo dicho antes. Debemos irnos antes de que lleguen otros. Se supone que ustedes debían haber muerto por un ataque de la región vecina, o de los indisciplinados. Ahora mismo muchos jóvenes están muriendo, muchos que suponían amenazas para el gobierno. Debemos escapar o van a matarnos... a todos. -dice Astral y tengo todos los motivos del mundo para creer en sus palabras.

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