Supongo que es uno de esos baldes rotos que uno siempre necesita para volcar un poco de su mente corrosiva -que tal vez solo le importe a pocos- y que es un poco de vos y un poco de aquellas personas que, como perseguidoras sombras constantes, aparecen cuando la luz impacta nuestra figura, y las otras - mis preferidas - las que acompañan nuestra oscuridad con un café en la mano derecha y tu cabello en la izquierda. (tan sólo catarsis)
lunes, 19 de marzo de 2012
Vuelo
Volemos como dos aves ebrias a la mitad de una ciudad desierta, derramemos este vino en personas sin alma ni corazón. Caminemos junto a un largo río donde el amor es arrastrado por la corriente y los pensamientos se convierten en cubos de hielo transportando mentiras. Flores y nubes tan hipócritas y bellas, bailan al son de una canción sin letra.
Retratos de nosotros, Retratos de la nada, falso reflejo caído desde lo mas alto de la ignorancia.
Me vuelvo algo inerte y sombrío, como el ambiente dentro de mi cabeza. Desatemos un huracán, desatemos un disturbio.
Esa tan arrogante sombra innecesaria es la culpable de la muerte de la muerte, y nosotros miramos el abismo sentados al borde del precipicio del cielo. Esperemos en esta piedra cubierta de lagrimas, solo la lluvia nos alimenta y nos hará libres.
Volemos hasta un cielo celeste, volemos hasta otro cielo celeste, este ya esta contaminado, contaminados por todos nosotros.
Nosotros y la ilusión, calmemos estas mareas de incertidumbre, bañemonos con el gozo de la gloria, y disfrutemos de un sol apagado y una brillante luna roja y reseca. Ese es el perfume de la derrota, y esta la vestidura de la victoria, manchada de orgullo narcisista, sedienta de oro pobre carente de pasión y esfuerzo, oro cubierto de cobre, cobre cubierto de oro, mascaras incomprensibles.
Lastimemos al destino y bebamos de su fuente, nuestros pies adyacentes, brillan y cubren un universo latente casi letal. Miles de millones de espíritus rodeados de cuerpos celestes, claman verdad, justicia, deseo, mientras un viejo y un ciego golpean como un tornado a la revolución y el cambio en un lugar fuera de este mundo donde existe lo imposible.
Tapemos los ojos de aquellas personas carentes de sentimientos, y volquemos este veneno teñido de nuestra sangre en una copa, rota por la gravedad, tu amor suicida, para que volvamos a beber de ella, una y otra vez, y que esta tierra cubierta de agua pidiendo auxilio sea una señal de lo que hacemos y no hacemos por nuestros corazones resquebrajados y lastimosos, cubiertos de vendas irritantes catalizadoras de tragedias y amor.
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