viernes, 2 de septiembre de 2016

Soltar (Diario, página 11)

Hay humanos -para no generalizar- que necesitan apoderarse de las cosas, de las ideas, de las personas, hasta de los pensamientos. El apoderarse no siempre condena a la cosa, a la idea, a la persona objetivo o al pensamiento en sí, si no, uno se condena a si mismo. Como resultado se auto-esclaviza buscando (terco) ese resultado único, o la no perdida del mismo.
 El soltar conlleva cierto aprendizaje, se necesita explorar todo aquello que uno desea y anhela, saber cada detalle de los mismos, incluso si ésto lo lleva a la confusión. Podría decir que nada nos pertenece realmente, solo vamos fluyendo con los mismos y el encadenarnos a éstos bloquea la energía fluctuante. Por lo tanto cuando hablamos de soltar estamos hablando de liberar con amor, dejar ser, al dejar ser al otro -agreguemos a los anteriores un pasado estático y un futuro incierto- le estamos permitiendo transformarse. 

 Es de suma importancia que en la vida no haya temor al cambio ya que el no hacerlo es negar el funcionamiento regular del universo, estancando(nos). Insistir está bien, es luchar por lo que se quiere, pero en éste acto no es saludable lesionarnos al hacerlo y sufrirlo por sentirlo propio y predestinado (creo no estar siendo muy claro). En consecuencia nos detenemos en una nada por un tiempo indeterminado ya que uno no quiere perder aquello que sostiene con fuerza, y de a poco y sin darse cuenta un día dejas de mirar al rededor -estas muy pendiente de lo que llevas en las manos- para mirar lo que mantenes seguro y como si abrieras los ojos de pronto te das cuenta que ya no lo amas como al principio. Toda esa energía dolorosa que conllevó protegerlo(te) se encapsuló en la idea posesiva de tenerlo con uno. Esa cadena con el paso del tiempo se ha vuelto dañina al punto que cualquier cosa relacionada a la misma genera ansiedad e inquietud, llevando al ser a un estado de no-paz que produce desequilibro y por consiguiente el sentimiento de la nada 
(Sentimiento de la nada: cuando un ser cree y deja de creer, cuando éste choca varias contradicciones y prefiere quedarse estático a seguir sufriendo o mejorar ése sentir, se encierra en la nada, siente la nada). 

 Después de entender como funciona ésta parte en mí saque como conclusión que lo mejor es aplicar ésa palabra tan linda, soltar. Soltar porque nada es nuestro, esa persona que tanto se ama no es de uno, eso es una ilusión. Soltar porque ese futuro que creías inamovible se transforma con cada acto del presente y el destino existe solo si te mantenes en el ahora -todo es el ahora, incluso lo que viene-. Soltar lo que ''crees'' ser, las oscuridades, los sueños, los modelos. Soltar no se trata de perder lo que se libera, soltar se trata de fluir sin temor con lo que el universo te propone, porque en éste mundo demente es hermoso ir contra la corriente, pero mientras se hace es bueno en contraparte fluir con el universo: ésa es una forma de liberarnos.

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